Revelación

En los 40 días de Moisés sucede una de las materializaciones más trascendentes de la historia de la humanidad.

La revelación de la palabra se hace tangible, se transforma en tablas de la ley escritas en piedra por el dedo de Dios.

Los 40 días de búsqueda en ayuno y oración de Moisés, nos hablan de una espera y de una actitud de reflexión, búsqueda, y paciencia en Dios. Hay una necesaria demora en la recepción de la revelación que cambiará el transcurso del resto de nuestras vidas que no depende de los tiempos humanos.

Cuando esperamos que la palabra de Dios nos sea revelada, no estamos esperando la respuesta de un WhatsApp leído y visto. Estamos esperando que la esencia misma de Dios revelada llegue a nuestras vidas.

Desde Cristo en adelante todo se cumple en y por Él (Mat 5.17), y todo lo necesario de agregarse, lo agrega Cristo y cierra una etapa de revelación de la Palabra que fue abierta por los padres de la fe y profetas.

Lo que sucede a partir de Cristo, es que somos alumbrados por la Palabra dada e inspirados por el mismo espíritu, para que esa revelación nos ilumine el camino, las situaciones y el tiempo que estamos viviendo.

Estamos siendo iluminados por la revelación de la Palabra de Cristo y eso nos traerá luz y claridad, nos hará decidir correctamente, nos dará paz sobre situaciones que serán de contienda y de lucha, nos mostrará claro el camino a elegir ante cientos de bifurcaciones, nos corregirá ante los errores cometidos y enderezará nuestras sendas.
Tómalo con la dignidad que eso merece ¡vale la espera!